Los medios al agua, acrílicos, temperas, gouaches, pátinas al agua, etc,
admiten, en principio, cualquier tipo de producto protector, sea éste al agua,
al aceite o contenga otros solventes. Los medios al aceite, óleos, pátinas a la
grasa, anilinas, etc, restringen el uso de agentes protectores a aquellos
productos que sean compatibles con el diluyente, médium o vehículo empleado en
su composición.Los magros, en reglas generales, son todos aquellos productos
de base acuosa o con alcohol (por ej. goma laca). Los grasos, en cambio, son
todos aquellos productos de base oleosa o sintética.
Para orientarse: los magros se diluyen con agua o alcohol y los grasos
con aguarrás, thinner o diluyentes especiales. Le ofrecemos un pequeño cuadro
en el que usted puede encontrar orientación basada fundamentalmente en el uso
que ustedes le darán al objeto elegido:
Tecnicas y productos para reparar superficies de madera
Para objetos de uso intenso como
bandejas, mesas, respaldos de camas, sillas, etc.: barnices sintéticos,
nitrocelulósicos, lacas poliuretánicas, vidrio líquido, barnices y /o lacas
marinas. Algunos de estos I productos son al agua y otros no. Recuerde que, en
principio los productos que no son al agua son más resistentes pero su
aplicación un poco más trabajosa. Tenga
presente que el brillo final es un factor decisivo pues algunos de estos
productos se encuentran en el mercado con tres tipos de brillos: brillante,
satinado y mate.
Para objetos de uso intermedio como bases de lámparas, portarretratos de
mesa, cajas de adorno, piezas de yeso, bizcocho, cartapesta o papier maché
(portapopurrí, candeleras, cajas, etc.), candelabros de metal, etc.: barnices
acrílicos en sus tres brillos, barnices al agua coloreados, pátinas grasas o al
agua, barnices poliuretánicos al agua, etc. En estos objetos hay que prever más
que el trato que se les dará el tipo de limpieza que deberán soportar: por lo
general con un paño o plumero.
Para objetos de uso mínimo o eminentemente decorativos: marcos de
colgar, piezas de yeso, papel maché, bizcocho, cartapesta (esculturas o
réplicas): barnices acrílicos al agua, ceras, etc. Recuerde que una protección
extra es aconsejable. Por ejemplo, a una pieza de uso intermedio no le sobrará
una protección propia de una pieza de uso intenso. La experiencia dicta que en
ciertos estilosdecorativos el encerado final de una pieza es el efecto y la
protección más adecuada aun cuando sean objetos de uso intenso. Recuerde los
muebles encerados al modo tradicional, deben recibir un mantenimiento
adecuado.
Tampoco descarte terminar su trabajo con un "lustre a muñeca",
si el objeto lo merece y usted o su cliente está dispuesto a otorgarle los
cuidados necesarios.
Respecto al modo de aplicación,
cada artista tiene su método, que puede, o no, coincidir con las indicaciones
del fabricante. De todos modos, lea atentamente las etiquetas de los productos
y realice sus propias experiencias en varillas u objetos "testigos",
esto es: pequeñas muestras con la misma técnica decorativa que presenta el
objeto a proteger. Esta costumbre le permitirá asegurarse de que el producto
protector elegido no daña la superficie elegida, pues ciertos efectos
decorativos muy delicados se desmerecen con ciertas protecciones.
Muchos de los productos protectores modifican el tono final, debido a
que no son totalmente incoloros y pueden otorgar un acabado que puede ir desde
un ligero tono ambarino hasta un intenso color caramelo.
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